Piedra y olivos, el encanto recuperado de las ‘masserie’ de Puglia

Arquitectura

El estudio de Andrew Trotter ha concluido hasta hoy siete proyectos en el sur de Italia. Su idilio con la belleza natural del lugar continúa

Exteriores de la Masseria Moroseta, en Ostuni, con característico paisaje de olivos

Exteriores de la Masseria Moroseta, en Ostuni, con característico paisaje de olivos

Salva Lopez

El viaje de Andrew Trotter por Puglia, Italia, se prolonga ya casi dos lustros. Este diseñador británico afincado en Barcelona, recaló en la región meridional de la bota hace ocho años, acompañando a un amigo italiano que buscaba una masseria para renovar.

Del cruce de vicisitudes entre lo encontrado, su propuesta y la normativa del lugar, surgió finalmente una construcción de nueva planta que apunta a lo vernacular. Y todo el que la visita cree que siempre ha estado allí, que pertenece al lugar. Es la Masseria Moroseta, un bed & breakfast con cocina a la carta, rodeado de olivos, que produce su propio aceite.

La 'masseria' es una casa dedicada a la agricultura, con una fisonomía de prismas rotundos cercados por un muro

Desde entonces, Trotter ha finalizado siete casas en Puglia, entre reformas y nueva planta. Y continúa su idilio con la región. Es la visión periférica que tenemos los humanos la que da entidad a la arquitectura e interiorismo que sale de Studio Andrew Trotter. Esa atmósfera envolvente resultado de la ligazón de todos los materiales y elementos. De lo apreciado por el conjunto de los sentidos y la experiencia primigenia.

El uso de la piedra arenisca del lugar, denominada tuffo, en muros. Su acabado ancestral pintado con cal blanca, que la protege y permite a la pared respirar. El cobijo bajo bóvedas y arcos, con técnicas constructivas tradicionales que los artesanos de la zona conocen bien. Los suelos de piedra Chianca con losas texturadas. O los revestimientos de cemento pulido y terrazo. Y un mobiliario que combina piezas de segunda mano de campo, con alfombras de fibras naturales o sofás lineales vestidos con lino. Atmósferas esenciales donde el predominio de colores blanco, beige y marrón lo impregna casi todo. “Para mí –explica Andrew Trotter a Magazine– esto es paz. Si tienes una casa así y un campo delante es la paz”.

Materiales como la madera, fibras vegetales en alfombras y el lino abundan en los interiores

Materiales como la madera, fibras vegetales en alfombras y el lino abundan en los interiores

Salva López

Entre sus últimos proyectos figura la reforma de la casa Casolare Scarani, edificación que albergó una escuela en el siglo XIX. Abandonada desde los años sesenta del XX, su estilo de masseria tradicional pero con dimensiones de pequeña villa la hace singular.

Lo que define tradicionalmente a la masseria en Puglia es ser casa de campo dedicada a la agricultura, con una fisonomía de volúmenes prismáticos rotundos. Un muro cierra habitualmente todo el recinto y tras el portón de entrada se extiende un patio, antaño para labores del campo. Una estructura que se reproduce, así mismo, en la primera obra de Trotter, Moroseta, aunque con una cierta abstracción de los elementos más representativos.

Casolare Scarani, que  alojó una escuela durante el siglo XIX,  ha sido reconvertida en vivienda

Casolare Scarani, que alojó una escuela durante el siglo XIX, ha sido reconvertida en vivienda

Salva López

Entre los descubrimientos de Andrew Trotter en Puglia, la reciente remodelación de la Casa Soleto, una vivienda del siglo XVII en el pueblo de la región de Salento que lleva este nombre, reviste especial significación. La adquirió para su propio disfrute, junto a Marcelo Martínez su socio del estudio desde hace unos años.

De ella les sedujo la fachada con detalles barrocos de pequeño palacio y un interior detenido en el tiempo, con dos inesperadas capillas. Ubicada el núcleo antiguo del pueblo, con patio y jardín, en este proyecto los tonos del interior devienen más oscuros, de un marrón terreno. Y bajo sus bóvedas ojivales originales, la sencillez adquiere acento majestuoso.

Como estudio queremos tener voz y voto en la arquitectura, el interiorismo y el amueblamiento”

Marcelo MartínezSocio de Andrew Trotter

“Los proyectos que hacemos – especifica Andrew Trotter – para mí no son minimal, que podría decirse que es muy limpio. Sino una arquitectura e interiorismo simples, donde hay muchas texturas. Y también la presencia de bóvedas como un elemento con mucho encanto. No es una arquitectura pretenciosa, de uau. Pero si me interesan mucho los detalles”.   

“Algo que nos representa como estudio –señala Marcelo Martínez– es que siempre comunicamos a los propietarios el deseo de máxima libertad. Hacemos la arquitectura, el interiorismo, el amueblamiento. Queremos tener voz y voto en todo”. La acogida de sus propuestas les ha valido nuevos clientes de toda Europa, que se asientan allí, les encargan segundas residencias, o las alquilan cuando están desocupadas. En este momento andan embarcados en una decena más de proyectos en la zona. Aunque también desarrollan otros en lugares del mundo como Grecia o Jamaica.

Andrew Trotter, junto a la antigua chimenea de Casolare Scarani en Puglia, reformada por su estudio

Andrew Trotter, junto a la antigua chimenea de Casolare Scarani en Puglia, reformada por su estudio

Marina Denisova

El periplo vital de Andrew Trotter parece ligado a descubrir casas, abrirlas a la gente, compartirlas. Cuando hace trece años se instaló en Barcelona, convirtió la suya propia en la calle Fontanella en galería. Por allí pasaron más de 4.500 personas. Y junto a Mari Luz Vidal, fotógrafa y compañera de piso, fundó la revista bianual Openhouse. Una exquisita publicación con colaboradores y difusión internacional –y lugar preferente en librerías de museos– que se edita desde el Poblenou de Barcelona.

De Puglia me gusta el ambiente, la gente, la comida, el pescado, la verdura... Tiene mucha vitalidad”

Puglia sigue revistiendo gran atractivo para Andrew Trotter. “De allí me gusta el ambiente, la gente, la comida, el pescado, la verdura... Es una zona con mucha vitalidad. Y con una comunidad de creadores en aumento”. Aunque no es su único punto de mira actual. De espíritu nómada, Trotter cursó estudios de interiorismo en Australia y trabajó unos años en Londres en el estudio de Anouska Hempel. Los amigos y el azar de la vida lo afincaron en Barcelona. Y ahora apunta a México entre sus predilecciones. Allí ha presentado recientemente su primera colección de muebles con piedra volcánica. “Me encanta el país. México vive un punto álgido en arquitectura y diseño. Y son gente muy abierta”. Aunque sigue contemplando Barcelona como una buena base, puente entre ese país y la Puglia italiana.

Lee también
Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...